sábado, 25 de febrero de 2012

Jesús sana a un paralítico


Marcos 2, 1-12: Después de algunos días entró de nuevo en Cafarnaúm y corrió la voz de que estaba en casa. Acudieron tantos, que ya no había lugar ni siquiera junto a la puerta. Jesús se puso a anunciarles el mensaje. En ese momento le trajeron un paralítico entre cuatro. Pero como no podían llegar hasta Jesús a causa del gentío, levantaron el tejado de la casa donde estaba, y por el boquete que abrieron, descolgaron la camilla en que yacía el paralítico.
Jesús viendo la fe que tenían dijo al paralítico:
-Hijo, tus pecados te son perdonados.
Unos maestros de la ley que estaban allí sentados comenzaron a pensar para sus adentros:
-¿Cómo se atreve a decir eso? ¡Blasfema! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Jesús se dio cuenta inmediatamente de lo que estaban pensando y les dijo:
-¿Por qué están pensando eso en su interior? ¿Qué es más fácil? ¿Decir a un paralítico: Tus pecados te son perdonados; o decirle: Levántate, toma tu camilla y camina?
Entonces se dirigió al paralítico y le dijo:
-Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El paralítico se puso en pie, tomó seguida la camilla y salió a la vista de todos, de modo que todos se quedaron maravillados y daban gloria a Dios diciendo:
-Jamás habíamos visto una cosa semejante.

* * *
Varios puntos debemos tratar acá y algunos son un poco delicados. Entre los que tenemos: la fe de quienes llevaban al paralítico, la reflexión de Jesús sobre perdonar los pecados y finalmente el milagro como tal.
1)    La fe: otro texto en donde Jesús nota la fe de los que se acercan a él, esta vez los cuatro que llevan al paralítico; no es difícil darse cuenta, pues el esfuerzo que hicieron fue increíble, levantar a un hombre en una camilla hasta el techo de una casa, destrozar el techo y bajarlo con alguna cuerda con el cuidad suficiente, es una acción extraordinaria. Si eran amigos o familia del paralítico son unos verdaderos héroes en esta historia.
2)    Perdonar pecados: para los judíos de antes y de ahora, el único que perdona los pecados es Dios (bendito sea su nombre, ya que para los Judíos nombrar a Dios es casi que prohibido). Ahora bien, Jesús conoce exactamente la ley judía y es en este tipo de demostraciones que nos enseña el cambio que traía. Él en su persona toma el rol de Dios y perdona pecado, luego en los evangelios se dice que Jesús transfiere ese poder a los apóstoles y así sucesivamente hasta hoy con los sacerdotes. No voy a entrar en polémicas de que si usted se confiesa o no con un sacerdote o lo hace con Dios directamente, pero si es importante notar que Jesús se salta la contienda inteligentemente y sustituye la frase con “Levántate, toma tu camilla y camina”. Muchas veces nuestros defectos nos impiden avanzar, pero hoy Jesús nos dice: Levántate, tomas tus defectos y camina, no nos quedemos estancados en nuestra propia miseria, avancemos.
3)    Y finalmente la gente dice “Jamás habíamos visto una cosa semejante”, es decir, no es un charlatán, es un verdadero enviado de Dios.

Feliz sábado, levántate, toma tu camilla y camina…

1 comentario:

  1. Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y siempre, hermanos muchas bendiciones, yo quiero compartirles mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
    COMPARTO MI TESTIMONIO DE SANIDAD DE CANCER INVASIVO PARA LA GLORIA DE DIOS

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