domingo, 9 de febrero de 2014

Al César lo del César

En Mateo 22, 15-21, tenemos el siguiente pasaje:

Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: “Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?” Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo.” Ellos le presentaron un denario. Y les dice: “¿De quién es esta imagen y la inscripción?” Dicen: “Del César.” Entonces les dice: “Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.”

Muchos deben recordar este pasaje, pero ¿qué importancia tiene?, porque a la final parece simplemente mostrar que los Fariseos le quieren montar una trampa a Jesús para que hable mal sobre los Romanos y de esta forma sea hecho preso y juzgado, cosa que a fin de cuenta lograron haciendo mil y un trampas y comprando gente, incluyendo al pendejo de Judas Iscariote.

Más allá de que Jesús se “salve”, es decir, que sepa como responder a la “concha de mango” (como decimos en Venezuela) y no caiga en trampas, hay algo más importante: sabemos que dar el tributo (o pagar los impuesto) es honrar (o devolver) al César, pero qué es lo que le debemos dar a Dios, ya que Jesús dice: “Pues lo del César devolvédselo al César”, es decir, la moneda; y luego dice: “y lo de Dios a Dios.”. Da que pensar, no? ¿Qué le debemos devolver a Dios? Pues, pareciera que no es otra cosa que nuestra alma. Es decir, debemos retornar a Dios y devolver nuestra alma, ¡Uy! ¿y cómo será ese retorno? Bueno, ahí quizás esté la esencia del verdadero juicio final, o el fin del mundo, de nuestro mundo; es llegar ante Dios y que el vea en nosotros reflejado lo que hicimos con esta “alma prestada”, porque (según Jesús) hay que devolverla.

Moraleja: pague sus impuestos (QUE VA&%#! pero pague) y recuerde cuide el alma, porque de vuelta también hay que “pagar” o devolver…

Feliz domingo