domingo, 25 de noviembre de 2012

La mujer y la serpiente


Seguimos con el Evangelio Árabe de la infancia, estando María, José y Jesús en Egipto ocurrieron este evento (capítulo 16 y 17):

16. Allí permanecieron honrados y agasajados durante tres días, hasta que dejaron la casa de los esposos. Se marcharon bien provistos de vituallas y llegaron a una aldea habitada donde se preocuparon por buscar albergue. Allí había una mujer reputada y distinguida que se había ido a lavar al río y, al ver el lugar desierto, se despojó de sus ropajes para bañarse. Entonces, apareció en forma de serpiente y, abalanzándose sobre ella, se enroscó en su vientre y, siempre que se acercaba la noche, la atormentaba: acoplaba su boca sobre la de ella y la penetraba con su cola como hace un hombre.
Esta mujer al ver a María con el Niño en el regazo, se apasionó con toda su alma y dijo: “Dámelo que lo tome en brazos y lo bese”. Así lo hizo e inmediatamente la serpiente se desenroscó, por lo que todos los presentes loaron al Dios Altísimo. Aquella mujer haría una buena obra.

17. Al día siguiente, aquella mujer tomó agua perfumada para lavar al Niño. Tras haberlo lavado, se valió de la misma agua para enjuagar a una joven que había allí y cuyo cuerpo estaba blanco a causa de la lepra. Al derramar el agua sobre ella, la joven se purificó, quedando sana al instante. Los paisanos no dudaron que José, María y el Niño eran dioses y no humanos. Cuando se aprestaban a partir del pueblo, se les acercó la muchacha y les suplicó si podía acompañarlos y, como consintieron, los siguió.

* * *

Recordando que este texto no es parte de los evangelios aprobados por la iglesia católica, podemos notar algunos hechos un poco fantásticos, en primer lugar, el hecho de que la serpiente hiciera a la mujer lo que dice el texto. Y en segundo lugar, que consideraran a María, José y el Niño como dioses no humanos, es decir, “extraterrestres”; bueno, no pretendo ser una especie de J. J. Benítez ni mucho menos.

A lo que si debemos prestar atención es que con el solo hecho de besar al Niño, la mujer atormentada por la serpiente (digamos que se trate de sus pecados) se libera, y luego, ella que fue curada por Jesús, ahora hace una buena obra con otra mujer que tenía lepra. Este hecho en sí, es un milagro aún más bonito pues se trata de la buena obra de una mujer agradecida con Dios.

Y ahora la reflexión: ¿Cuántas buenas obras realizamos cuando nos sentimos bendecidos por Dios?


¡Feliz domingo!

domingo, 18 de noviembre de 2012

Los pañales de Jesús


Se acerca la Navidad y pronto nos comenzarán a contar cómo fue que nació Jesús, que nació en una cueva o un pesebre, etc. Así que en estuve revisando algunos textos apócrifos de la infancia de Jesús y me conseguí con este pasaje en el Evangelio Árabe de la infancia (capítulo 11):

Mas el hijo de aquel sacerdote, al ocurrirle lo que siempre le pasaba, entró en el bimaristán (hospital) cuando José y María se encontraban allí. Al salir todo el mundo huyendo de allí, él tomo algunos pañales de Jesús que María, al lavarlos había tendido en la pared y se los puso en la cabeza. Inmediatamente algunos demonios empezaron a escaparse abandonando su boca con aspecto de cuervos, otros con forma de serpientes, quedando el niño sano, por lo que se puso a loar a Dios.

Al verlo su padre ya curado, le preguntó: ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo te has curado?, cuéntame. Y le contestó: Me he puesto en la cabeza un pañal de un niño que se hospeda con su madre en el bimaristán y los demonios me han abandonaron y huyeron. Dijo el padre: Tal vez hijo mío puede ser el hijo de Dios que ha cruzado nuestras tierras destrozando el ídolo y destruyendo dioses.
Y así fue como se cumplió la profecía que decía: De Egipto llamé a mi hijo.

* * *

Esta historia es muy similar a aquel pasaje que la mujer toca la túnica de Jesús y cree que será salva, y justamente así ocurre.
Como este texto es apócrifo jamás lo escuchará en una misa, y que bonito sería que pudiéramos hablar de un niño Jesús que haces este tipo de milagros, no directamente, sino simplemente a través de su presencia. Solo con existir es suficiente para que los milagros ocurrieran alrededor de él. En estas fechas seguiremos publicando textos como estos para disfrutar un poco de este niño Jesús que muchos desconocemos.


¡Feliz domingo!

sábado, 13 de octubre de 2012

Atención a los pequeños


Dice Jesús (Mateo 18, 4): El que se haga pequeño como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. El que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.

Pero ¿cómo hacerse pequeño como este niño?, es ¿volver a ser inocente?, ¿tener pensamiento puros?, ¿no tener malicia?; la verdad, no estoy del todo seguro, pero de lo que sí estoy seguro es de la cercanía de los niños con Dios desde que nacen. Lamentablemente, luego nosotros los “adultos” los vamos moldeando según nuestro sistema de creencias, con miedos, manías, etc. Y así a medida que va creciendo se va alejando de su propia naturaleza.

Más adelante sigue Jesús (Mateo 18, 6): Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al fondo del mar.

Creo que es muy claro el mensaje de Jesús, mejor morir ahogado que pecar en contra de los niños. Pero, ¿cómo pecar contra un niño? De muchas maneras, no voy a mencionar ninguna forma perversa explícita, sino las sutiles: un regaño sin sentido, un mal golpe, un castigo desproporcionado; todo esto lo va moldeando poco a poco a un ser diferente al que realmente es.

Y Jesús sigue advirtiendo (Matero 18, 10): Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños; porque les digo que sus ángeles en el cielo contemplan sin cesar el rostro de mi Padre del cielo.

A veces nuestra capacidades se ven comprometidas ante las exigencias de los niños de ahora, que parece necesitar tanta atención, sin embargo, no es exactamente eso, es simplemente que el mundo nos exige demasiada atención, ahora no solo estamos pendiente de las noticias locales, nacionales y una que otra noticia internacional destacada; sino que estamos “conectados” con un sinfín de mensajes que provienen de muchas fuentes, locales, nacionales e internacionales, que según la sociedad “debemos” atender de manera inmediata (o en línea), como si fuéramos sistemas informáticos. Cuando suena tu celular ¿Cuánto tardar en revisarlo?, y cuando te habla tu hijo(a) ¿Cuánto tardas en responderle?

Y finalizamos este texto con el siguiente pasaje de Mateo (18, 12-14) dónde Jesús continúa: ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas ¿no dejaría en la montaña a las noventa y nueve para ir a buscar la descarriada? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará por ella más que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo el Padre del cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

Un niño descarriado puede tener muchas interpretaciones, tales como, adicto a algo, ladrón, etc. Sin embargo, lo podemos ver desde una óptica diferente: descarriado podría verse como fuera de sí mismo, es decir, que no es quien debe ser sino otro. Ese niño descarriado es el resultado de muchas cosas, pero principal por la influencia de los padres: ¿a qué eres adicto? ¿A la televisión? ¿Al celular? ¿A la prensa? ¿A los logros del vecino? ¿A comparar? ¿A ser negativo?
¿Y no crees que todas estas cosas lo puedan afectar? Por supuesto que sí y hoy más que antes, hay que atender a nuestros pequeños, y si logras conectarte con él ¿no te alegrarías más que ver varios “me gusta” en tu estado?


¡Feliz sábado!

domingo, 26 de agosto de 2012

La parábola del perdón


El perdón es una poderosa fuerza, tanto para el que perdona como para el que pide perdón y es perdonado. En algunas ocasiones no es tan sencillo como parece, dependiendo de la magnitud de lo que nos hicieron, así será de difícil el perdonar. No es lo mismo que nos roben la cartera con poco dinero, a que nos chantajeen y nos dejen en banca rota, por poner un ejemplo. Hoy en día, el perdón hasta se utiliza como terapia, si busca un poco en internet encontrará muchísima información al  respecto. Y seguramente, le explicarán los beneficios de perdonar para su vida, así mismo lo hizo Jesús en la siguiente parábola de Mateo (18, 21-35):

Entonces se acercó Pedro y le preguntó:
-¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano cuando me ofenda? ¿Siete veces?
Jesús le respondió:
-No te digo siete veces, sino setenta veces siete. Porque con el reino de los cielos sucede lo que con aquel rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al comenzar a ajustarlas, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos. Como no podía pagar, mandó a que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo cuanto tenía, para pagar la deuda. El siervo se echó a sus pies suplicando: “¡ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo!”.
El señor tuvo compasión de aquel siervo, lo dejó libre y le perdonó la deuda. Nada más salir, aquel siervo encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios; lo agarro y le apretó el cuello, diciendo: “¡Paga lo que me debes!”. El compañero se echó a sus pies, suplicándole: “¡Ten paciencia conmigo y te lo pagaré!”. Pero el no quiso y lo metió a la cárcel hasta que pagara la deuda. Al verlo sus compañeros se disgustaron mucho y fueron a contar a su señor todo lo ocurrido.
Entonces el señor lo llamó y le dijo: “Siervo miserable, yo te perdoné toda aquella deuda, porque me lo suplicaste. ¿No debías haberte compadecido de tu compañero como yo me compadecí de ti?”. Entonces su señor, muy enojado, lo entregó para que lo castigaran hasta que pagara la deuda. Lo mismo hará con ustedes mi Padre celestial si no se perdonan de corazón unos a otros.

En vez de perdonar siete veces, Jesús propone perdonar setenta veces siete, ¿pero quien podría llevar una cuenta así? Parece que a lo que Jesús se refiere es a perdonar tantas veces como sean necesario, sin embargo, también hay que ser agradecidos con el perdón que nos conceden porque de lo contrario nos transformaríamos en un siervo miserable, que le gusta recibir perdón pero no que no lo da a nadie. Perdonar es difícil, a veces ni a nosotros mismos nos perdonamos en ciertas circunstancias, pero ya sea por terapia o por ganar el cielo, definitivamente perdonar nos traerá buenas ganancias.


¡Feliz domingo!

domingo, 17 de junio de 2012

La fe de la mujer cananea


Este texto es otro ejemplo de cuanto le sorprende a Jesús la fe de personas no judías en Él, el año pasado en el texto que titule “Que suceda según tu fe” (http://ola-elsenordelosmilagros.blogspot.com/2011/03/que-suceda-segun-tu-fe.html) daba algunos ejemplos de personas que tenían una fe tan grande en Jesús, que Él se apiada de ellos y les ayuda con lo solicitado, ya sea por su salud o por el de su sirviente, etc.

He aquí otro ejemplo (Mateo 15, 21-28): Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Lo que me llama más la atención en este texto es que Jesús se refiere a la cananea como perrilla, me parece un poco duro de su parte, sin embargo, la humildad de la cananea es grande, pues dice “Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”; otros hubiésemos actuado de otra manera, diciendo alguna grosería o maldiciendo, etc. Y esta humildad, que combinada con la fe de la mujer, hace que Jesús le haga el milagro.

Este tipo de textos son lo que me hacen dudar de aquellos cristianos que indican que solo se salvaran 44.000, o cosas similares, ya que aunque el mismo Jesús dice que “No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel”, su misericordia es para todos.

¡Feliz domingo!

domingo, 10 de junio de 2012

Los obreros de la viña


Mateo 20, 1-16: Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

* * *
Este texto puede ser algo confuso, ya que el dueño de la viña le paga a todo el que trabajó, indistintamente la misma paga. Desde un punto de vista humano y real esto sería injusto, así como se lo manifestaron los obreros que tuvieron todo el día. Sin embargo, tenemos que estar claros que Jesús inicia su discurso diciendo “porque el reino de los cielos es…”, Él no se está refiriendo a lo que hacemos acá, sino como el Padre juzga al hombre que realiza lo que tiene que debe hacer, es algo así como, lleva una buena vida y no importa si viviste 10 años, 38 años, 50 o 100 años, la paga al final es la misma: la vida eterna. Moraleja: haz lo que viniste a hacer, preocúpate por tu jornada y no por la de los demás, ya que el Padre es quien decidirá la paga.

¡Feliz domingo!

domingo, 3 de junio de 2012

Los puestos importantes


Cuando trabajaba muy de cerca con sacerdotes, me di cuenta que hay personalidad de todo tipo, existen los que son humildes y los que no lo son. Así como los apóstoles en su momento querían “sus” puestos en el “reino” de Dios; coloco reino entre comillas porque el concepto de reino de los discípulos en ese momento era el concepto que cualquiera que podría tener actualmente. Sin embargo, Jesús rápidamente les aclara en el siguiente texto de Mateo (20, 20-28):
Entonces la madre de los Zebedeos se acercó a Jesús con sus hijos y se arrodilló para pedirle un favor.
Él le preguntó:
-¿Qué quieres?
Ella contestó:
-Manda que estos dos hijos míos se siente uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando tú reines.
Jesús respondió:
-No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?
Ellos dijeron:
-Sí podemos.
Jesús les respondió:
-Beberán mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no  me toca a mí concederlo, sino que es para quienes lo ha reservado mi Padre.
Al oír aquello, los otros diez se indignaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y le dijo:
-Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes las oprimen. No debe ser así entre ustedes. El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo. De la misma manera que Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida en rescate por todos.

* * *
Hoy en día quizás no saben el impacto real de estas palabras “El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo”, ser esclavo hoy en día no parece algo viable, aunque hay lugares donde aún hay esclavitud, en nuestras mentes no podemos imaginarlo claramente. Ser importante, según nos muestra Jesús, es servir como esclavo a los demás. Es como el pasaje del lavatorio de los pies, que normalmente conmemoran en la semana santa para recordar ese momento en que Jesús, el Maestro, lava los pies y manos de los discípulos en la última cena. Es claro que Jesús sabe de que habla cuando se refiere a servir a los demás, y este pasaje que acabamos leer es una de las primeras veces en que los discípulos están preocupados por el puesto que van a tener en el reino de Dios. Es natural pensar de esa manera, si alguno de nosotros hubiese estado en ese momento quizá hubiese pensado igual, ¿y que lugar tendré en tú reino?

Como comentaba al inicio del texto, cuando trabajé de cerca con los sacerdotes, me di cuenta que algunos actuaban como Jesús, siempre se quedaban de último para todo; pero también observé actitudes como la de los discípulos.

También una vez llevé a mi clase de Tai Chi unos dulces, y comencé a repartirlos, y cuando llegue mi Sifú (maestro) me rechazó pues según su creencia tenía que ofrecerle primero él. ¿Vaya contraste no? Sin embargo, luego de volver a ofrecerle me miró y aceptó el dulce.
No es fácil tener el modelo de Jesús en mente en un mundo como este.

¡Feliz domingo!

domingo, 27 de mayo de 2012

El bastón de Jesús se convirtió en árbol


En el texto apócrifo llamado “Libro de la Infancia del Salvador”, sección 5, nos encontramos con un pasaje muy bonito, en donde Jesús atiende las necesidades de su madre:

Otro día por la mañana, cuando todavía el rocío templaba la fuerza del sol, subieron María y José de las regiones de Tiro y Sidón a Nazaret. A medida que subía el sol, María se sentía más pesada y acabó por sentarse en tierra presa de la fatiga.
Y dijo a José: “Ha subido la fuerza del sol por lo que me siento agobiada. ¿Qué puedo hacer? No hay una sombra para cobijarme”. Y elevando las manos al cielo, oró diciendo. “¡Oh virtud del altísimo!, según aquella palabra amable que oí en una ocasión sobre ti, cúbreme con tu sombra y dame tu refrigerio”. Jesús al oír estás palabras, se alegró y clavó en tierra el palo seco que sostenía en la mano a modo de bastón y dijo con tono de mando: “Proporciona inmediatamente a mi madre una sombra gratísima”. Y al punto aquella vara se transformó en un árbol espero y frondoso que ofrecía a los que descansaban a su sombra un dulce refrigerio.

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Recientemente se celebró el día de la madre, y ese día no publiqué nada, pero lo hizo con alevosía y premeditación, ya que yo estaba dedicado 100% a mi madre y mi suegra; de modo que ese día fuera en verdad su día, solo busqué (junto a mi esposa) que se sintieran atendidas. Y aunque sé que hay madres que no han querido ser y abandonan a sus hijos, también hay madres que son déspotas y madres que son muy difíciles de complacer, siempre hay algo que podamos hacer por ellas. Jesús, por supuesto con todo su poder, toma una rama seca y hace florecer un árbol. Nosotros no podríamos hacer eso, pero sí que podríamos hacer mucho más por nuestra madre, y no solo el día de la madre, sino cada vez que la veamos, ¿es difícil?, sí, pero si fuera fácil, ¿valdría la pena?.

Que Dios nos de sabiduría para saber apreciar lo que nuestra madre y podamos hacer por ella tanto como nuestras vidas no lo permitan.

¡Feliz domingo!

domingo, 6 de mayo de 2012

La mujer samaritana


Muchos habrán leído este pasaje de la Biblia, donde Jesús le pide agua a una samaritana que estaba cerca de un pozo. El pasaje lo voy a tomar de Juan 4, 7-10:
“Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿cómo tú siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.”

Quizá para nosotros, en nuestro mundo occidental no vemos hablar con una mujer en público como algo tabú o malo, para nosotros es algo de lo más normal. Sin embargo, recordemos que en tiempos de Jesús la mujer es despreciada, dejada a un lado para cualquier actividad, sobre todo para aquellas que tienen que ver con conocimientos espirituales. Incluso el Talmud lo advierte: Que se quemen las palabras de la ley en vez de que se encomienden a una mujer.

Así eran los judíos con las mujeres, e igualmente su odio contra los samaritanos es algo bien sabido. Estas son las acciones de Jesús en donde se nota la separación de su pensamiento en relación a la realidad de los judíos. E igualmente, el innumerable de veces en donde hace caso omiso al Sabbat. Son estas acciones las que nos permite ver a un Jesús alejado de doctrinas que se rigen textualmente por lo que dice la ley, sino que la interpreta y saca algo buena de eso.

¡Feliz domingo!

domingo, 29 de abril de 2012

Buenos y malos frutos


Siempre he pensado que las personas son buenas, y que las circunstancias de su vida le han hecho cambiar de tal modo de que se transformaron en personas que hacen el mal, más nunca he dicho que sean malas. Sin embargo, groso error el mío al ver el siguiente texto de Lucas (6, 43-45): No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que de fruto bueno. Cada árbol se conoce por sus frutos. Porque de los espinos no se recogen higos, ni de las zarzas se cosechan uvas. El hombre bueno saca el bien del buen torso de su corazón; y el hombre malo, de su mal corazón saca lo malo. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

¿Quién soy yo para contradecir a Jesús? Bueno, para mí es un impacto fuerte en mi forma de pensar, pero tendré que adaptarme en que hay hombres buenos y hombres malos.
Ahora bien, acepto esto, sin embargo, si somos creación de Dios, ¿por qué hay hombres malos? Acaso son “errores” de Dios, o es que ya eso no depende de él. Al parecer, hubo algo de “error”, ya que en Génesis 6,7 Dios expresa su aflicción y dice: “-Borraré de la superficie de la tierra a los hombres que he creado: a los hombres, a los animales, reptiles y aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos creado”. Toda la humanidad en ese momento estuvo en menudo problema con su creador, si embargo, luego Noé logro el favor de Dios y lo dejó crear el arca y salvar a los suyos y a los animales. Para que al finalizar el diluvio universal se hiciera una nueva alianza, una alianza en donde Dios dice a Noé y sus descendientes (Génesis 9,7): “Ustedes crezcan, multiplíquense, llenen la tierra, y domínenla”.

Ahora bien, eso fue en época pasada; ¿y hoy en día Dios intercede en nuestros caminos? A mi juicio sí, pero no como en la época de Noé (como lo vimos anteriormente) o como a Moisés que lo llevo de la mano por todo el desierto, luego de la huida de Egipto. Para los que no han leído mucho el antiguo testamento (herencia de los judíos) Dios viaja como una nube junto a los judíos, incluso les dio de comer el maná del cielo y finalmente se le mostró a Moisés como una zarza ardiente. También le dio los mandamientos, en nuevo intento por reforzar la alianza con su creación.
Como que es un poco testarudo Dios, pero que bueno, porque de lo contrario no estaríamos aquí.

Buenos y malos, somos creación de Dios, y como dice Jesús: los buenos darán buenos frutos y los malos darán malos frutos; y es así como se ira obteniendo con el tiempo un equilibrio, un equilibrio lo suficientemente adecuado para que Dios mantenga su palabra de no ahogarnos nuevamente con el diluvio, ni achicharrarnos con el fuego del cielo (como a Sodoma y Gomorra).

Un último mensaje: a los buenos den muchos frutos, tantos y más que los que hacen el mal.

¡Feliz domingo!