lunes, 24 de febrero de 2020

Jesús el avatar

El desafío de enfrentar una vida llena de misterios irresueltos e irresolubles en un universo enigmático sería abrumador para los simples mortales, si no fuera por los emisarios divinos que vienen a la tierra
para hablar con la voz y autoridad de Dios a fin de guiar al ser humano.

Hace milenios, en eras pretéritas más elevadas de la India, los rishis
describieron la manifestación de la Benevolencia Divina, de «Dios con nosotros», en forma de encarnaciones divinas o avatares: seres iluminados a través de los cuales Dios se encarna sobre la tierra. [...]
Muchas son las voces que han mediado entre Dios y el hombre; se trata de los khanda avatares o encarnaciones parciales de Dios en almas que poseen conocimiento divino. Son menos frecuentes, en cambio, los purna avatares o seres liberados que están completamente unidos a Dios y cuyo regreso a la tierra tiene por objeto el cumplimiento de una misión encomendada por mandato divino.
En el Bhagavad Guita -la sagrada Biblia de los hindúes-, el Señor declara:
«Cuando quiera que la virtud declina y el vicio prevalece, Yo me encarno como un avatar. Era tras era, aparezco en forma visible para proteger al justo y destruir la maldad, a fin de restablecer la virtud».

La misma y única conciencia gloriosa e infinita de Dios -la Conciencia Crística Universal o Kutastha Chaitanya- adquiere una apariencia familiar al ataviarse con la individualidad de un alma iluminada, provista de una personalidad singular y una naturaleza espiritual adecuadas para la época y el propósito de esa encarnación.

Si no fuese por esta intercesión del amor de Dios que se manifiesta en la tierra a través del ejemplo, el mensaje y la mano rectora de sus
avatares, sería prácticamente imposible que la desorientada humanidad hallara el sendero hacia el reino de Dios en medio del tenebroso miasme de la ilusión mundana -la sustancia cósmica en la que habita el hombre-. Con el fin de evitar que sus hijos sumidos en la oscuridad de la ignorancia permanezcan por siempre perdidos en los engañosos laberintos de la creación, el Señor acude una y otra vez, bajo la forma de los profetas iluminados, para alumbrar el camino. [...]
Jesús fue precedido por Gautama Buda, «el Iluminado», cuya encarnación le recordó a una generación desmemoriada el Dharma Chakra, la rueda del karma, cuyo constante giro implica que las acciones puestas en marcha por el ser humano, así como sus correspondientes efectos, determinan que cada hombre -y no un Dictador Cósmico- sea el responsable de su propio estado actual. Buda devolvió el espíritu compasivo a la árida teología y a los rituales mecánicos en que había caído la antigua religión védica tras el final de una era más elevada en la cual Bhagavan Krishna, el más amado de los avatares de la India, predicó el sendero del amor divino y de la realización de Dios mediante la práctica de la suprema ciencia espiritual del yoga, la unión con Dios.

lunes, 17 de febrero de 2020

Senderos del Yoga


El Yoga comprende varios senderos que conducen a esta meta, cada uno de los cuales constituye una rama especializada de dicha ciencia:

Hatha Yoga: es un sistema de posturas físicas, llamadas asanas, cuyo objetivo principal es purificar el cuerpo, facilitando así la percepción y el control de sus estados internos y preparándolo de manera adecuada para la meditación.

Karma Yoga: es la senda del servicio desinteresado que, sin apego a los resultados, prestamos a los demás, a quienes consideramos como parte de nuestro Ser más vasto; también implica ejecutar todas las acciones con la conciencia de que Dios es el Hacedor.

Mantra Yoga: es el método que consiste en centrar la conciencia en nuestro interior por medio de japa o la repetición de los sonidos universales de ciertas palabras raíz que representan un aspecto particular del Espíritu.

Bhakti Yoga: es la senda de la devoción y de la entrega total, mediante la cual nos esforzamos por amar y contemplar a Dios en todos los seres y en todas las cosas, rindiéndole así una constante adoración.

Guiana Yoga: es la senda de la sabiduría, que pone énfasis en el uso de la inteligencia discernidora para lograr la liberación espiritual.

Raja Yoga: es el sendero regio o más elevado del Yoga. Combina lo esencial de todas las demás sendas; fue sistematizado de manera formal en el siglo II a. C. por Patanjali, el sabio de la India.

El aspecto primordial del sistema de Raja Yoga que equilibra y unifica todos los enfoques anteriores es la práctica de métodos definidos y científicos de meditación que, desde los primeros esfuerzos, nos capacitan para percibir vislumbres de la meta final: la unión consciente con la bienaventuranza infinita del Espíritu.

El procedimiento más rápido y eficaz consiste en el uso de métodos de meditación que actúan directamente sobre la energía y la conciencia. Este enfoque directo es lo que caracteriza al Kriya Yoga, la forma especial de meditación de Raja Yoga que enseñó Paramahansa Yogananda.

La más amada de las escrituras de la India –el Bhagavad Guita-es un profundo tratado acerca de la unión con Dios y, al mismo tiempo una receta imperecedera cuya finalidad es alcanzar el éxito  equilibrado y la felicidad en la vida cotidiana. El hecho de que Jesús conoció y enseñó esta misma ciencia universal para comulgar con el Ser Supremo, así como idénticos preceptos destinados a la vida espiritual, es lo que Paramahansa Yogananda ha venido a revelar al mundo en general a través de las páginas de su libro.

lunes, 10 de febrero de 2020

¿Qué es el yoga realmente?


La mayoría de las personas suelen buscar la satisfacción de sus anhelos fuera de sí mismas. El mundo en que vivimos nos ha condicionado a creer que los logros exteriores pueden brindarnos lo que en realidad deseamos. No obstante, la experiencia nos demuestra, una y otra vez, que nada exterior es capaz de satisfacer por completo ese profundo anhelo de «algo más». 

Sin embargo, generalmente vivimos esforzándonos para lograr aquello que siempre parece estar casi a punto de alcanzarse. De ahí que nos sumerjamos en el «hacer» en lugar del «ser», en la acción en lugar de la percepción interior. Nos resulta difícil imaginar un estado de calma y absolutos en el los pensamientos y las sensaciones cesen el continuo movimiento de su danza. Y sin embargo, sólo en esa quietud se puede adquirir un estado de gozo y comprensión imposible de obtener de otra manera.

La Biblia declara: «Aquietaos y sabed que Yo soy Dios» *. Esta breve afirmación encierra la clave de la ciencia del yoga. Esta antigua ciencia espiritual ofrece un medio directo para calmar la turbulencia natural de los pensamientos y la inquietud corporal que nos impiden conoces de otra manera nuestra verdadera esencia.Por lo general, la conciencia y la energía se dirigen hacia el exterior hacia las cosas del mundo que percibimos mediante los limitados instrumentos de los cinco sentidos. Puesto que la razón humana depende de información parcial -y con frecuencia engañosa- que le suministran los sentidos, debemos aprender a conectarnos con niveles más profundos y sutiles de conciencia, si hemos de descifrar los enigmas de la vida a saber: Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo puedo conocer la Verdad?

El yoga es un proceso simple consistente en invertir el flujo de la energía y la conciencia -que de ordinario se encauza hacia el exterior- lo cual permite a la mente convertirse en un centro dinámico de percepción capaz de aprehender la Verdad por experiencia directa, sin depender de los falibles sentidos.Mediante la práctica de los métodos específicos del yoga -y sin necesidad de aceptar nada sobre la base de una fe ciega o de una reacción puramente emocional- llegamos a conocer nuestra identidad con la Inteligencia Infinita, el Poder y el Gozo que dan vida a todo lo existente y constituyen la esencia misma de nuestro Ser.

Muchas técnicas superiores del yoga apenas fueron comprendidas o practicadas en siglos pasados, debido a que la humanidad poseía un conocimiento limitado de las fuerzas que gobiernan el universo. La investigación científica actual, sin embargo, está modificando con rapidez nuestra concepción del mundo y de nosotros mismos. El descubrimiento de que la materia y la energía son básicamente lo mismo ha hecho desaparecer el tradicional concepto materialista de la vida, ante la evidencia de que toda sustancia puede reducirse a un patrón o forma de energía que interacciona y se interconecta con otras formas. 

Algunos de los físicos más prestigiosos del presente van aún más allá y establecen que la base fundamental de todo ser es la conciencia. La ciencia moderna confirma así los antiguos principios del yoga que proclaman la unidad esencial de todo el universo.El propio término yoga significa «unión»: la unión de la conciencia individual o alma con la Conciencia Universal o Espíritu. Aun cuando muchas personas creen que yoga consiste únicamente en ejercicios físicos (las asanas o posturas que han ganado tanta popularidad en décadas recientes), en realidad éstos sólo representan el aspecto más superficial de esta profunda ciencia cuyo objeto es el desarrollo del infinito potencial de la mente y el alma humanas. 


lunes, 3 de febrero de 2020

El Yoga de Jesús es una Introducción

La obra breve El Yoga de Jesús, como la presenta  Paramahansa Yogananda puede proporcionar una mirada introductoria acerca de la profunda e inspiradora unidad existente entre las enseñanzas de Jesús el Cristo y aquellas del yoga. Quienes a  partir de estos textos seleccionados se sientan motivados a continuar estudiando el tema hallarán abundantes detalles y enseñanzas prácticas la vida cotidiana en los dos volúmenes de The Second Coming of Christ. Tal como lo expresa Paramahansa Yogananda en la introducción a dicha obra:

"En estas páginas, ofrezco al mundo una interpretación espiritual, percibida a través de la intuición, de las palabras de Jesús; estas verdades las he recibido mediante la comunión real con la Conciencia Crística. Si se estudian a conciencia y se medita sobre ellas con la percepción intuitiva del alma despierta, se comprobará que son universalmente ciertas y que muestran la perfecta unidad existente entre las revelaciones de la Biblia cristiana, el Bhagavad Guita de la India y todas las demás escrituras auténticas que han desafiado el paso del tiempo."

"Los salvadores del mundo no vienen con el propósito de fomentar divisiones doctrinales hostiles; sus enseñanzas no deben ser utilizadas tal fin. Incluso referirse al Nuevo Testamento como la Biblia "cristiana" es, en cierto modo, impropio, dado que no se trata del patrimonio exclusivo de ninguna confesión religiosa en particular. La Verdad se halla elevar a la raza humana en su conjunto. Así como la Conciencia Crística es universal, así también Jesucristo perte destinada a beneficiar y elevar a la raza humana en su conjunto. Así como la Conciencia Crística es universal, así también pertenece a todos".