domingo, 3 de junio de 2012

Los puestos importantes


Cuando trabajaba muy de cerca con sacerdotes, me di cuenta que hay personalidad de todo tipo, existen los que son humildes y los que no lo son. Así como los apóstoles en su momento querían “sus” puestos en el “reino” de Dios; coloco reino entre comillas porque el concepto de reino de los discípulos en ese momento era el concepto que cualquiera que podría tener actualmente. Sin embargo, Jesús rápidamente les aclara en el siguiente texto de Mateo (20, 20-28):
Entonces la madre de los Zebedeos se acercó a Jesús con sus hijos y se arrodilló para pedirle un favor.
Él le preguntó:
-¿Qué quieres?
Ella contestó:
-Manda que estos dos hijos míos se siente uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando tú reines.
Jesús respondió:
-No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?
Ellos dijeron:
-Sí podemos.
Jesús les respondió:
-Beberán mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no  me toca a mí concederlo, sino que es para quienes lo ha reservado mi Padre.
Al oír aquello, los otros diez se indignaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y le dijo:
-Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes las oprimen. No debe ser así entre ustedes. El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo. De la misma manera que Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida en rescate por todos.

* * *
Hoy en día quizás no saben el impacto real de estas palabras “El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo”, ser esclavo hoy en día no parece algo viable, aunque hay lugares donde aún hay esclavitud, en nuestras mentes no podemos imaginarlo claramente. Ser importante, según nos muestra Jesús, es servir como esclavo a los demás. Es como el pasaje del lavatorio de los pies, que normalmente conmemoran en la semana santa para recordar ese momento en que Jesús, el Maestro, lava los pies y manos de los discípulos en la última cena. Es claro que Jesús sabe de que habla cuando se refiere a servir a los demás, y este pasaje que acabamos leer es una de las primeras veces en que los discípulos están preocupados por el puesto que van a tener en el reino de Dios. Es natural pensar de esa manera, si alguno de nosotros hubiese estado en ese momento quizá hubiese pensado igual, ¿y que lugar tendré en tú reino?

Como comentaba al inicio del texto, cuando trabajé de cerca con los sacerdotes, me di cuenta que algunos actuaban como Jesús, siempre se quedaban de último para todo; pero también observé actitudes como la de los discípulos.

También una vez llevé a mi clase de Tai Chi unos dulces, y comencé a repartirlos, y cuando llegue mi Sifú (maestro) me rechazó pues según su creencia tenía que ofrecerle primero él. ¿Vaya contraste no? Sin embargo, luego de volver a ofrecerle me miró y aceptó el dulce.
No es fácil tener el modelo de Jesús en mente en un mundo como este.

¡Feliz domingo!

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