domingo, 18 de noviembre de 2012

Los pañales de Jesús


Se acerca la Navidad y pronto nos comenzarán a contar cómo fue que nació Jesús, que nació en una cueva o un pesebre, etc. Así que en estuve revisando algunos textos apócrifos de la infancia de Jesús y me conseguí con este pasaje en el Evangelio Árabe de la infancia (capítulo 11):

Mas el hijo de aquel sacerdote, al ocurrirle lo que siempre le pasaba, entró en el bimaristán (hospital) cuando José y María se encontraban allí. Al salir todo el mundo huyendo de allí, él tomo algunos pañales de Jesús que María, al lavarlos había tendido en la pared y se los puso en la cabeza. Inmediatamente algunos demonios empezaron a escaparse abandonando su boca con aspecto de cuervos, otros con forma de serpientes, quedando el niño sano, por lo que se puso a loar a Dios.

Al verlo su padre ya curado, le preguntó: ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo te has curado?, cuéntame. Y le contestó: Me he puesto en la cabeza un pañal de un niño que se hospeda con su madre en el bimaristán y los demonios me han abandonaron y huyeron. Dijo el padre: Tal vez hijo mío puede ser el hijo de Dios que ha cruzado nuestras tierras destrozando el ídolo y destruyendo dioses.
Y así fue como se cumplió la profecía que decía: De Egipto llamé a mi hijo.

* * *

Esta historia es muy similar a aquel pasaje que la mujer toca la túnica de Jesús y cree que será salva, y justamente así ocurre.
Como este texto es apócrifo jamás lo escuchará en una misa, y que bonito sería que pudiéramos hablar de un niño Jesús que haces este tipo de milagros, no directamente, sino simplemente a través de su presencia. Solo con existir es suficiente para que los milagros ocurrieran alrededor de él. En estas fechas seguiremos publicando textos como estos para disfrutar un poco de este niño Jesús que muchos desconocemos.


¡Feliz domingo!

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