Unos días después, estaba Jesús jugando en la azotea de una casa cuando uno de los niños que jugaba con él cayó bajo desde la azotea y se mató. Los otros niños al verlo, escaparon huyendo y quedó Jesús solo.
Llegaron los padres del difunto y lo acusaron a él. Pero Jesús dijo: “Yo de ningún modo lo he tirado abajo”. Pero ellos lo trataron con insolencia.
Saltó Jesús desde la azotea y se colocó junto a la boca del muchacho. Gritó con gran voz y dijo: “Zenón –que así se llamaba-, levántate y dime: ¿Soy yo el que te ha tirado abajo? Levantándose el muerto al momento, dijo: “No Señor; no me has tirado abajo, sino que me has resucitado”. Los que vieron quedaron fuera de sí. Los padres del muchacho dieron Gloria a Dios por el milagro sucedido y adoraron a Jesús.
Evangelio del Pseudo Tomás, 9.
* * *
¿Primer resucitado de Jesús? Puede ser, quizá le haya devuelto la vida a más de un animalito que le gustara y se hubiese muerto. Imagino que para un niño tener una capacidad como esta es difícil de manejar. ¿Jesús habrá tenido en verdad estos poderes a tan temprana edad? Nunca lo sabremos, pero se me hace divertido pensar que sí.
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