domingo, 2 de enero de 2011

Los pájaros de barro


Este niño Jesús, llegado a los cinco años, estaba jugando después de una lluvia en el cauce de una corriente. Las aguas que fluían las recogía en charcas, las volvía puntualmente cristalinas y las dominaba solamente con la palabra.
Hizo barro blando y formó doce pajarillos. Era sábado cuando hizo aquello. Había también otros muchos niños jugando con Jesús.
Al ver cierto judío lo que hacía Jesús jugando en día sábado, marchó a toda prisa y se lo anunció a su padre José: “Mira que tu hijo está jugando junto al arroyo, ha tomado un poco de barro y ha formado doce pajarillos, con lo que ha profanado el sábado”.
Fue José al lugar y, al verlo, le llamó la atención, diciéndole: “¿Por qué haces en sábado estas cosas que no está permitido hacer?”. Pero Jesús, batiendo sus manos, grito a los pajarillos y les dijo: “Marchaos”. Los pajarillos echaron a volar y se fueron gorjeando.

Evangelio del Pseudo Tomás, 2, 1-4

* * *

En el grupo de libros canónicos, ninguna habla de la infancia de Jesús. Y la verdad a mi me extrañaba un poco eso, pues si Jesús llegó a hacer lo que hizo, ¿por qué ninguno de los apóstoles o discípulo, en general, averiguó más sobre la infancia de su maestro? Bueno, aquí tenemos uno de esos textos apócrifos sobre la infancia de Jesús, donde él en su inocencia está jugando en sábado; recordemos que para los Judíos el sábado es un día de descanso absoluto, son muy pocas las cosas que pueden hacer. Aquí el autor nos muestra a un Jesús despreocupado sobre qué día es, y pienso que para un niño eso es de lo más natura, sin embargo, para el caso de jesús es como una señal de cómo él lleva la contraria a esta norma.
Es pasaje es muy bonito de imaginar, un Jesús niño jugando y usando sus “habilidades” para hacer que los pajarillos de barro se transformaran en aves reales.
Es extraño como La Iglesia ha dejado de lado estos libros por ser demasiado “extraordinarios” o “fantásticos”, ahora me pregunto: ¿y acaso Jesús era ordinario?

1 comentario:

  1. La iglesia ha dejado de lado muchas cosas, así como se van perdiendo con el tiempo tradiciones.
    Hoy por hoy muchas de las homilías son políticas o reniegan ante la humanidad, no es una enseñanza profunda sino más bien un jalón de orejas. Así como en la iglesia se ha perdido esto, en la vida cotidiana también y es precisamente de niños en lo que hemos perdido eso, hoy por hoy vemos niños con PSP y otros tipos de juegos por el estilo y los dejamos ahí, en una silla jugando, ya no interactuamos, ya no conversamos. Así como la iglesia que es "nuestra guía" ha perdido ese Don de enseñar y hacernos ver las bases de ella, nosotros mismos hemos perdido el Don de compartir con lo más hermoso que la vida nos ha dado, nuestros niños, los cuales pienso yo tienen más poder de dar a la humanidad con su inocencia y pureza. Si descuidamos esto, nos descuidamos a nosotros mismo.

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