Mat 7, 15-21: [Dice Jesús] Cuídense de los falsos
profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son
lobos feroces. 16 Ustedes los
reconocerán por sus frutos. ¿Cosecharían ustedes uvas de los espinos o higos de
los cardos? 17 Lo mismo pasa con un
árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede dar frutos malos,
como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buenos frutos se corta y
se echa al fuego. 20 Por lo tanto,
ustedes los reconocerán por sus obras. 21
No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los
Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.
* * *
¿Los falsos profetas quiénes son? Cualquier personas
que nos dice que sabe de la Biblia y la utiliza a la final para su beneficio
personal. Y cuando digo cualquier persona es cualquier persona. Y ¿cómo podemos
darnos cuenta de eso?, el mismo Jesús nos dice “Ustedes los reconocerán por sus
obras”. Vean su forma de actuar: su relación con su familia, con sus amigos,
con sus enemigos, vean, en general, cómo es su entorno.
Y también tengamos en cuenta estas palabras de Jesús: “No
bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos”,
es decir, no basta con creer en Jesús, como afirman algunos cristianos, debemos
hacer la voluntad del Padre [“más bien entrará el que hace la voluntad de mi
Padre del Cielo.”]. Es decir, que sí cuenta las obras, y ¿cuáles son esas obras?
Pues las que correspondan con la voluntad del Padre. El reto quizás está, en
darnos cuenta cuál es Su Voluntad.
Recuerden, a la final por nuestros frutos u obras nos reconocerán
como verdaderos seguidores de las enseñanzas de Jesús.
Feliz inicio de semana.
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