domingo, 17 de junio de 2012

La fe de la mujer cananea


Este texto es otro ejemplo de cuanto le sorprende a Jesús la fe de personas no judías en Él, el año pasado en el texto que titule “Que suceda según tu fe” (http://ola-elsenordelosmilagros.blogspot.com/2011/03/que-suceda-segun-tu-fe.html) daba algunos ejemplos de personas que tenían una fe tan grande en Jesús, que Él se apiada de ellos y les ayuda con lo solicitado, ya sea por su salud o por el de su sirviente, etc.

He aquí otro ejemplo (Mateo 15, 21-28): Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Lo que me llama más la atención en este texto es que Jesús se refiere a la cananea como perrilla, me parece un poco duro de su parte, sin embargo, la humildad de la cananea es grande, pues dice “Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”; otros hubiésemos actuado de otra manera, diciendo alguna grosería o maldiciendo, etc. Y esta humildad, que combinada con la fe de la mujer, hace que Jesús le haga el milagro.

Este tipo de textos son lo que me hacen dudar de aquellos cristianos que indican que solo se salvaran 44.000, o cosas similares, ya que aunque el mismo Jesús dice que “No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel”, su misericordia es para todos.

¡Feliz domingo!

domingo, 10 de junio de 2012

Los obreros de la viña


Mateo 20, 1-16: Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

* * *
Este texto puede ser algo confuso, ya que el dueño de la viña le paga a todo el que trabajó, indistintamente la misma paga. Desde un punto de vista humano y real esto sería injusto, así como se lo manifestaron los obreros que tuvieron todo el día. Sin embargo, tenemos que estar claros que Jesús inicia su discurso diciendo “porque el reino de los cielos es…”, Él no se está refiriendo a lo que hacemos acá, sino como el Padre juzga al hombre que realiza lo que tiene que debe hacer, es algo así como, lleva una buena vida y no importa si viviste 10 años, 38 años, 50 o 100 años, la paga al final es la misma: la vida eterna. Moraleja: haz lo que viniste a hacer, preocúpate por tu jornada y no por la de los demás, ya que el Padre es quien decidirá la paga.

¡Feliz domingo!

domingo, 3 de junio de 2012

Los puestos importantes


Cuando trabajaba muy de cerca con sacerdotes, me di cuenta que hay personalidad de todo tipo, existen los que son humildes y los que no lo son. Así como los apóstoles en su momento querían “sus” puestos en el “reino” de Dios; coloco reino entre comillas porque el concepto de reino de los discípulos en ese momento era el concepto que cualquiera que podría tener actualmente. Sin embargo, Jesús rápidamente les aclara en el siguiente texto de Mateo (20, 20-28):
Entonces la madre de los Zebedeos se acercó a Jesús con sus hijos y se arrodilló para pedirle un favor.
Él le preguntó:
-¿Qué quieres?
Ella contestó:
-Manda que estos dos hijos míos se siente uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando tú reines.
Jesús respondió:
-No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?
Ellos dijeron:
-Sí podemos.
Jesús les respondió:
-Beberán mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no  me toca a mí concederlo, sino que es para quienes lo ha reservado mi Padre.
Al oír aquello, los otros diez se indignaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y le dijo:
-Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes las oprimen. No debe ser así entre ustedes. El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo. De la misma manera que Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida en rescate por todos.

* * *
Hoy en día quizás no saben el impacto real de estas palabras “El que quiera ser importante entre ustedes, que sea su esclavo”, ser esclavo hoy en día no parece algo viable, aunque hay lugares donde aún hay esclavitud, en nuestras mentes no podemos imaginarlo claramente. Ser importante, según nos muestra Jesús, es servir como esclavo a los demás. Es como el pasaje del lavatorio de los pies, que normalmente conmemoran en la semana santa para recordar ese momento en que Jesús, el Maestro, lava los pies y manos de los discípulos en la última cena. Es claro que Jesús sabe de que habla cuando se refiere a servir a los demás, y este pasaje que acabamos leer es una de las primeras veces en que los discípulos están preocupados por el puesto que van a tener en el reino de Dios. Es natural pensar de esa manera, si alguno de nosotros hubiese estado en ese momento quizá hubiese pensado igual, ¿y que lugar tendré en tú reino?

Como comentaba al inicio del texto, cuando trabajé de cerca con los sacerdotes, me di cuenta que algunos actuaban como Jesús, siempre se quedaban de último para todo; pero también observé actitudes como la de los discípulos.

También una vez llevé a mi clase de Tai Chi unos dulces, y comencé a repartirlos, y cuando llegue mi Sifú (maestro) me rechazó pues según su creencia tenía que ofrecerle primero él. ¿Vaya contraste no? Sin embargo, luego de volver a ofrecerle me miró y aceptó el dulce.
No es fácil tener el modelo de Jesús en mente en un mundo como este.

¡Feliz domingo!