A raíz del notable descubrimiento de textos gnósticos del cristianismo primitivo en Nag Hammadi (Egipto), en 1945, se puede vislumbrar parte de lo que perdió el cristianismo convencional durante el proceso de «occidentalización». En su libro Los enamgeias gnásticos (Critica, Barcelona, 2006), la Dra. Elaine Pagels escribe lo siguiente: Los textos de Nag Hammadi, y otros como ellos que circulaban en los comienzos de la era cristiana, fueron denunciados como heréticos por los cristianos ortodoxos en la mitad del siglo II. Pero los que escribieron e hicieron circular estos textos no se consideraban a sí mismos como "herejes". La mayoría de los escritos utilizan una terminología cristiana, claramente relacionada con una herencia judía.
martes, 29 de septiembre de 2020
Evangelios gnósticos: ¿el cristianismo olvidado?
A raíz del notable descubrimiento de textos gnósticos del cristianismo primitivo en Nag Hammadi (Egipto), en 1945, se puede vislumbrar parte de lo que perdió el cristianismo convencional durante el proceso de «occidentalización». En su libro Los enamgeias gnásticos (Critica, Barcelona, 2006), la Dra. Elaine Pagels escribe lo siguiente: Los textos de Nag Hammadi, y otros como ellos que circulaban en los comienzos de la era cristiana, fueron denunciados como heréticos por los cristianos ortodoxos en la mitad del siglo II. Pero los que escribieron e hicieron circular estos textos no se consideraban a sí mismos como "herejes". La mayoría de los escritos utilizan una terminología cristiana, claramente relacionada con una herencia judía.
lunes, 21 de septiembre de 2020
Las enseñanzas perdidas de Jesús
lunes, 7 de septiembre de 2020
Los talentos
Mateo 25, 15-30: Sucederá también con el reino de los cielos como con un hombre que, estando a punto de irse a otro país, llamó a sus empleados y les encargó que le cuidaran su dinero.
A uno de ellos le entregó cinco mil monedas, [2] a
otro dos mil y a otro mil: a cada uno según su capacidad. Entonces se fue de
viaje.
El empleado que recibió las cinco mil monedas hizo
negocio con el dinero y ganó otras cinco mil monedas. Del mismo modo, el que
recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil fue y escondió el
dinero de su jefe en un hoyo que hizo en la tierra.
Mucho tiempo después volvió el jefe de aquellos
empleados, y se puso a hacer cuentas con ellos. Primero llegó el que había recibido las cinco
mil monedas, y entregó a su jefe otras cinco mil, diciéndole: “Señor, usted
medio cinco mil, y aquí tiene otras cinco mil que gané.”
El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y
fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y
alégrate conmigo.”
Después llegó el empleado que había recibido las dos
mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil
que gané.”
El jefe le dijo: “Muy bien, eres un empleado bueno y
fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra y
alégrate conmigo.”
Pero cuando llegó el empleado que había recibido las
mil monedas, le dijo a su jefe: “Señor, yo sabía que usted es un hombre duro,
que cosecha donde no sembró y recoge donde no esparció. Por eso tuve miedo, y
fui y escondí su dinero en la tierra. Pero aquí tiene lo que es suyo.”
El jefe le contestó: “Tú eres un empleado malo y
perezoso, pues si sabías que yo cosecho donde no sembré y que recojo donde no
esparcí, deberías haber llevado mi dinero al banco, yo, al volver, habría
recibido mi dinero más los intereses”.
Y dijo a los que estaban allí: “Quítenle las mil
monedas, y dénselas al que tiene diez mil. Porque al que tiene, se le dará más,
y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará.
Y a este empleado inútil, échenlo fuera, a la oscuridad. Entonces vendrán el
llanto y la desesperación.
* * *
Un pasaje largo y que tiene vigencia hoy y siempre. Lo
importante que trata de transmitir el Maestro en esta parábola es simple:
usemos nuestros talentos, porque en la medida que los usemos, seremos recompensados
con más, el doble o más.
Una sola advertencia: que el talento no se transforme
en arrogancia, sino pierde su valor.
Feliz inicio de semana.