Juan 12:1-8: Seis días antes de la Pascua fue Jesús a
Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los
muertos. Allí lo invitaron a una cena. Marta servía y Lázaro estaba entre los
invitados. María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo
puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras
la casa se llenaba del olor del perfume. Judas Iscariote, el discípulo que iba
a entregar a Jesús, dijo:
Ese perfume se podría haber vendido en trescientas
monedas de plata para ayudar a los pobres.
En realidad no le importaban los pobres, sino que era
un ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, se llevaba lo que echaban
en ella.
Pero Jesús dijo: "Déjala, pues lo tenía reservado
para el día de mi entierro. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a
mí no me tendrán siempre.”
* * *
Aunque Jesús pueda sonar aquí un poco caprichoso, el
mensaje es claro dejen a María disfrutar de mi presencia. Pues, hoy estoy y
mañana quizás no. Y así nos pasa a todos, muchas veces estamos tratando de
ahorrar hasta la más mínima gota, sin aprovecha nuestro tiempo con nuestros
seres amados. Llámese familia, amigos, compañeros, etc.
Dejemos que el tiempo que estamos con aquellos que
amamos sea de calidad. Disfrutemos su presencia. Nuestros recuerdos se basan, a
la final, en estos momentos.
Feliz inicio de semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario