lunes, 18 de junio de 2018

Administrando el perdón


Juan 20:21-23: Jesús les volvió a decir: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también”. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo: a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.”

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En este pasaje, Jesús se les aparece a los discípulos y dice dos frases importantes, la primera es “como el Padre me ha enviado a mí, así los envío yo también”. Y la segunda es “a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos”.
En la primera frase Jesús entrega el testigo como en una carrera de relevo, como ya no va a estar en cuerpo presente, les da a los apóstoles el visto bueno para seguir con la obra que él comenzó.
Y en la segunda, parece que les da la potestad de perdonar los pecados. E incluso, la autoridad de retener los pecados, o simplemente de no perdonar.
A raíz de esta frase tenemos, por ejemplo en la iglesia católica, la posibilidad de decir a un sacerdote nuestros pecados y él decide si son perdonados o no. Pero, ¿sólo podría administrar el perdón un sacerdote? Al parecer todo indica que sí. Sin embargo, y siguiendo el primer punto en orden de ideas, los sacerdotes nos deberían dar el testigo a nosotros y decir: “como Jesús nos ha enviado a nosotros, nosotros también te enviamos” y continuar con la siguiente frase. De modo de que todos nos transformáramos en administradores del perdón. Y no es descabellado. Nosotros nos enfrentamos a diario con un sinfín de situaciones que implican perdonar, perdonar a nuestro padre biológico por habernos abandonado, a nuestro hermano por haber pegado, a mi madre por maltratarme, a mi esposo por ignorarme, o a mi esposa por gritarme. Y una larga lista comienza a aparecer ante nuestros ojos. Cada día, en cada momento, somos los administradores del perdón por aquellas cosas que nos hacen, y también podemos retener ese perdón. Ya quedará de nuestra parte ver si ese “no perdonar” sea sano o no en nuestra vida.

Feliz inicio de semana.

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