Tomado del texto apócrifo llamado “Libro de la Infancia del Salvador”, sección 4:
Sucedió otra vez en un día del tiempo de la siembra que pasaba Jesús por Asia, cuando vio a un cierto campesino que sembraba en su campo una clase de legumbre, llamada “garbanzo”. El lugar se llamaba “Campo junto a la tumba de Raquel”, situado entre Jerusalén y Belén. Jesús le dijo: “Hombre, ¿qué estás sembrando?”. Pero indignado y burlándose de que un niño de aquella edad le hiciera esa pregunta, contestó: “Piedras”. Jesús le dijo: “Dices la verdad, porque son piedras”. Y todos aquellos granos de garbanzo se convirtieron en piedras durísimas, que aún conservan hasta el día de hoy la forma de garbanzo, el color y hasta los ojillos en la cabeza. Así, con la palabra sola de Jesús, todos los granos, tanto los sembrados como los que iban a serlo, se convirtieron en piedra. Y hasta el día de hoy los que buscan con cuidado encuentran aquellas piedras.
* * *
Por favor no se burlen de los niños. Atiéndalos y contesten sus preguntas tantas veces como haga falta.
Feliz domingo a todos.
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Perro!!!
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