Marcos 2, 1-12: Después de algunos días entró de nuevo
en Cafarnaúm y corrió la voz de que estaba en casa. Acudieron tantos, que ya no
había lugar ni siquiera junto a la puerta. Jesús se puso a anunciarles el
mensaje. En ese momento le trajeron un paralítico entre cuatro. Pero como no
podían llegar hasta Jesús a causa del gentío, levantaron el tejado de la casa
donde estaba, y por el boquete que abrieron, descolgaron la camilla en que
yacía el paralítico.
Jesús viendo la fe que tenían dijo al paralítico:
-Hijo, tus pecados te son perdonados.
Unos maestros de la ley que estaban allí sentados
comenzaron a pensar para sus adentros:
-¿Cómo se atreve a decir eso? ¡Blasfema! ¿Quién puede
perdonar pecados sino sólo Dios?
Jesús se dio cuenta inmediatamente de lo que estaban
pensando y les dijo:
-¿Por qué están pensando eso en su interior? ¿Qué es
más fácil? ¿Decir a un paralítico: Tus pecados te son perdonados; o decirle:
Levántate, toma tu camilla y camina?
Entonces se dirigió al paralítico y le dijo:
-Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
El paralítico se puso en pie, tomó seguida la camilla
y salió a la vista de todos, de modo que todos se quedaron maravillados y daban
gloria a Dios diciendo:
-Jamás habíamos visto una cosa semejante.
* * *
Varios puntos debemos tratar acá y algunos son un poco
delicados. Entre los que tenemos: la fe de quienes llevaban al paralítico, la
reflexión de Jesús sobre perdonar los pecados y finalmente el milagro como tal.
1)
La fe: otro texto en donde Jesús nota la
fe de los que se acercan a él, esta vez los cuatro que llevan al paralítico; no
es difícil darse cuenta, pues el esfuerzo que hicieron fue increíble, levantar
a un hombre en una camilla hasta el techo de una casa, destrozar el techo y
bajarlo con alguna cuerda con el cuidad suficiente, es una acción
extraordinaria. Si eran amigos o familia del paralítico son unos verdaderos
héroes en esta historia.
2)
Perdonar pecados: para los judíos de
antes y de ahora, el único que perdona los pecados es Dios (bendito sea su
nombre, ya que para los Judíos nombrar a Dios es casi que prohibido). Ahora
bien, Jesús conoce exactamente la ley judía y es en este tipo de demostraciones
que nos enseña el cambio que traía. Él en su persona toma el rol de Dios y
perdona pecado, luego en los evangelios se dice que Jesús transfiere ese poder
a los apóstoles y así sucesivamente hasta hoy con los sacerdotes. No voy a
entrar en polémicas de que si usted se confiesa o no con un sacerdote o lo hace
con Dios directamente, pero si es importante notar que Jesús se salta la
contienda inteligentemente y sustituye la frase con “Levántate, toma tu camilla
y camina”. Muchas veces nuestros defectos nos impiden avanzar, pero hoy Jesús
nos dice: Levántate, tomas tus defectos y camina, no nos quedemos estancados en
nuestra propia miseria, avancemos.
3)
Y finalmente la gente dice “Jamás
habíamos visto una cosa semejante”, es decir, no es un charlatán, es un
verdadero enviado de Dios.
Feliz sábado, levántate, toma tu camilla y camina…