domingo, 28 de febrero de 2010

La moneda perdida

O ¿Qué mujer, si tiene diez monedas y se le pierde una, no enciende una lámpara, barre la casa y la busca con todo cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: "¡Alégrense conmigo porque he encontrado la moneda que se me había perdido!". Les aseguro que del mismo modo se llenarán de alegría los ángeles de Dios por un pecador que se convierta.

Lucas 15, 8-10

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¡Que parábola tan hermosa!
Ya con esta parábola Jesús nos muestra la misericordia de Dios, de cuán alegre se siente Dios cada vez que un pecador vuelve su vida a Él.
Yo he sido pecador muchas veces, no es que no lo sea aún, por supuesto que lo soy, y cada día le pido perdón a Dios por alguna tontería que haya pensado o hecho. También, le pido perdón por algo que deje de hacer, por ejemplo, no ayude al prójimo en un momento en que lo pude hacer.

Sí, quizá esa también sea una forma de pecado, no hacer nada ante una injusticia. Pero, estemos tranquilos, si ya logramos darnos cuenta de esto, no nos pongamos tristes, sino que para la próxima vez estemos preparados, a veces una acción o una palabra en el momento justo puede cambiar nuestra vida y la vida de aquellos que nos rodean.

No considero que un error en un momento dado, nos quite algún mérito para acciones futuras, así que estemos listos y esos errores del pasado, sea por una acción o por falta de esta, los podemos remediar con nuevas acciones. Y estemos felices de que Dios nos dan una y otra vez oportunidades para cambiar, para ser esa moneda perdida y encontrada.

sábado, 27 de febrero de 2010

Dos tipos de discípulos

No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! entrará en el reino de los cielos, sino el que hace el que hace la voluntad del Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán aquel día:
- ¡Señor, Señor! ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Pero yo les responderé:
- ¡No los conozco!. ¡Apártense de mi, malvados!

Mateo 7, 21-23

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¿Qué clase de discípulo seremos? ¿El hipócrita que habla y no hace, o que el que habla y hace según la voluntad del Padre?
Es una elección personal.

viernes, 26 de febrero de 2010

Sinceridad al hablar

También han oído que se dijo a nuestros antepasados: No jurarás en falso, sino que cumplirás lo que prometiste al Señor con juramento. Pero yo les digo que no juren en modo alguno; ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran rey. Ni siquiera jures por tu cabeza, porque no puedes cambiar de color ni uno solo de tus cabellos. Que tu palabra sea sí, cuando es sí; y no, cuando es no. Lo que pasa de ahí, viene del maligno.

Mateo 5, 33-37

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Como toda enseñanza del Maestro, esto es muy cierto; sea sincero siempre, delante de quien sea, por supuesto con el debido respeto que se merezca la persona.
Más de una vez he tenido que decirle alguna verdad a una persona de autoridad, y la verdad se han molestado conmigo, pero es mejor ser honesto.

Antiguamente cuando yo salía con mis amigos, quedábamos en conseguirnos en un lugar a una hora, no había celular al que mandar un mensaje para decir que voy tarde o que pasó algo en el metro o para decir que había mucha cola, etc. Eso está bien, cuando es verdad, cuando se usa como excusa para salir del paso y quedar bien, es cuando comienza el problema, pues le esta mintiendo a la persona y a Ud mismo. ¡Cuidado! Mejor sea honesto y listo. Es más sencillo.

jueves, 25 de febrero de 2010

El mandamiento principal

Un maestro de la ley que había oído la discusión y había observado lo bien que les había respondido se acercó y le preguntó:
- ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Jesús contestó:
- El primero de todos es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es este: Amarás al prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que éstos.

Marcos 12, 28-31

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Notemos que Jesús ha resumido los diez mandamientos en sólo dos. PERFECTO! Menos cosas recordar. Pero no sólo eso, sino que incluye algo que pasa casi desapercibido, y es esa parte que dice "Amarás al prójimo COMO A TI MISMO". Como a ti mismo?, es decir, si tu te amas y te aceptas como eres, quizás tengas más posibilidades de amar al prójimo, interesante no? El no dice: haz todo lo que sea por tu prójimo así te enfermes tu, NOOOOO! Pone a uno en la misma posición del prójimo, no hay uno primero que otro, estamos en el mismo lugar. ¿Cómo les parece?
Amen al prójimo, SIIIII, pero no se olviden de ustedes mismos.

martes, 23 de febrero de 2010

Reconciliación

Cuando vayas con tu adversario para comparecer ante el magistrado, procura arreglarte con él por el camino, no sea que te arreste hasta el juez, el juez te entregue al guardia y el guardia te meta a la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Lucas 12, 58-59

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Ciertamente, es mejor arreglar las cuentas con la persona directamente. Muchas veces, ante problemas legales debemos recurrir a abogados, y vaya que las cosas se oscurecen cuando pasa esto, no tanto por el tema del abogado en sí como muchos dicen, sino que como las cosas nos se solucionan por las buenas, por lo general, terminan en conflictos feos.

Consideremos a nuestros adversarios como lo que son: personas igual que nosotros y busquemos siempre reconciliar las partes. Igualmente, debemos reconciliarnos con nosotros mismos cuando cometemos errores.

lunes, 22 de febrero de 2010

El Maestro

El Maestro (de Oscar Wilde)

Y cuando las tinieblas cayeron sobre la tierra, José de Arimatea, después de haber encendido una antorcha de madera resinosa, descendió desde la colina al valle, porque tenía que hacer en su casa.
Y arrodillándose sobre los pedernales del Valle de la Desolación, vio a un joven desnudo, que lloraba.
Sus cabellos eran de color de miel y su cuerpo como una flor blanca; pero las espinas habían desgarrado su cuerpo, y a guisa de corona, llevaba ceniza sobre sus cabellos.
Y José, que tenía grandes riquezas, dijo al joven desnudo y que lloraba:
-Comprendo que sea grande tu dolor porque verdaderamente Él era un justo.
Mas el joven le respondió:
-No lloro por Él, sino por mí mismo. Yo también he convertido el agua en vino y he curado al leproso y he devuelto la vista al ciego. Me he paseado sobre la superficie de las aguas y he arrojado a los demonios que habitan en los sepulcros. He dado de comer a los hambrientos en el desierto, allí donde no había ningún alimento, y he hecho levantarse a los muertos de sus lechos angostos, y por mandato mío y delante de una gran multitud, una higuera seca ha florecido de nuevo. Todo cuanto Él hizo, lo he hecho yo. Y sin embargo, no me han crucificado.

domingo, 21 de febrero de 2010

El discípulo desconocido

Juan tomó la palabra y le dijo (a Jesús):
- Maestro, hemos visto a uno expulsar demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no pertenece a nuestro grupo.
Jesús le dijo:
- No ser lo prohíban, que el que no está contra ustedes, está de parte de ustedes.

Lucas 9, 49-50

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Los apóstoles, como buenos judíos que eran, ya hablaban de SU GRUPO. Es decir, ellos SON LOS ELEGIDOS. Es por esto que cuando ven a aquél desconocido hablando de Jesús y haciendo hazañas en su nombre piensan que eso NO DEBE ser, pues NO PERTENECE a nuestro GRUPO.

Hoy en día, con tantas religiones de las que escuchamos, en todas se ve un denominador común que prevalece: el bienestar del hombre; sin embargo, muchas no van más allá de eso.

Yo, respeto y tolero a cada una de ellas, incluso afirmo con vehemencia: si Dios permite las existencia de tantas religiones, quién soy yo para decir que no las haya. La cuestión radica en qué hacen al prójimo y qué hacen para el ser humano.

Ser un discípulo de Jesús, pienso que ya no tiene que ver con ser "cristiano" o pertenecer a la iglesia católica como tal; sino simplemente seguir a nuestro modelo: Jesús de Nazareth. Leer acerca de sus parábolas, compartir con otros sus ideas, hablar de Él a cada instante que sea necesario. No sólo verlo en la cruz donde falleció, sino llevarlo en el corazón cada día y cuando veamos alguien haciendo algo mal advertirle a través de Sus enseñanzas.

En conclusión, podemos llegar a ser como ese discípulo desconocido, no les parece?

viernes, 19 de febrero de 2010

La casa del Juicio

En vista de que en el mensaje anterior hablamos del JUEZ, aquí les traigo un texto de Oscar Wilde llamado "La Casa del Juicio", espero les guste:

La casa del juicio

Y el silencio reinaba en la Casa del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios.
Y Dios abrió el libro de la vida del hombre.
Y Dios dijo al hombre:
-Tu vida ha sido mala y te has mostrado siempre cruel con los que necesitaban socorro y con los que carecían de apoyo. Has sido hosco y duro de corazón. Te llamó el pobre y tú no le oíste, y cerraste tus oídos al grito del hombre afligido. Te apoderaste para tu uso particular de la herencia del huérfano y lanzaste las zorras a la viña de tu vecino.
Cogiste el pan de los niños y lo diste de comer a los perros, y a mis leprosos, que vivían en los pantanos y que me loaban, los perseguiste con saña por los caminos, por esa tierra mía, con la cual te formé. Y vertiste sangre inocente.
Y el hombre respondió y dijo:
-Hice eso, efectivamente.
Y Dios abrió por segunda vez el libro de la vida del hombre.



Y Dios dijo al hombre:
-Tu vida ha sido mala y has escondido la belleza que yo he mostrado, y el bien que yo he escondido, le has olvidado. Los muros de tu estancia estaban pintados con imágenes, y te levantabas de tu lecho de abominación al son de flautas. Erigiste siete altares a los pecados que yo sufrí, y comiste lo que no se debe comer; la púrpura de tus vestidos estaba bordada con tres signos de afrenta. Tus ídolos no eran de oro ni de plata perdurable, sino de carne perecedera. Bañabas su cabellera en perfumes y colocabas granadas en sus manos. Ungías sus pies con azafrán y desplegabas tapices ante ellos. Pintabas con antimonio sus párpados y untabas sus cuerpos con mirra. Te prosternaste ante ellos y los tronos de tus ídolos se elevaron hasta el sol. Mostraste al sol tu ignorancia y a la luna tu demencia.
Y el hombre respondió y dijo:
-Hice eso, igualmente.
Y por tercera vez abrió Dios el libro de la vida del hombre.
Y Dios dijo al hombre:
-Tu vida ha sido mala y has pagado el bien con el mal y la bondad con la impostura. Has herido las manos que te alimentaron y has despreciado los senos que te dieron su leche. El que llegó hasta ti con agua, se marchó sediento, y a los hombres fuera de la ley, que te escondían por la noche en sus tiendas, les delatabas antes del alba. Tendiste un lazo a tu enemigo que te había perdonado, y al amigo que iba contigo le vendiste por dinero; y a los que te trajeron amor, les diste en pago lujuria.
Y el hombre respondió y dijo:
-Hice eso, igualmente.
Y Dios cerró el libro de la vida del hombre y dijo:
-Realmente, debía enviarte al Infierno. Sí, al Infierno es donde debo enviarte.
Y el hombre exclamó:
-No puedes hacerlo.
Y Dios dijo al hombre:
-¿Por qué no puedo enviarte al Infierno?
-Porque he vivido siempre en el Infierno -respondió el hombre.
Y el silencio reinó en la Casa del Juicio.
Y al cabo de un momento, habló Dios y dijo al hombre:
-Ya que no puedo enviarte al Infierno, te enviaré al Cielo. Sí, al
Cielo es adonde te enviaré.
Y el hombre exclamó:

-No puedes hacerlo.
Y Dios dijo al hombre:
-¿Por qué razón no puedo enviarte al Cielo?
-Porque jamás ni en parte alguna he podido imaginarme el Cielo
-replicó el hombre.
Y el silencio reinó en la Casa del Juicio.

jueves, 18 de febrero de 2010

A quién hay que temer

A ustedes, amigos míos, les digo esto: No teman a los que matan el cuerpo y no puede hacer nada más. Yo les diré a quién deben temer. Teman a quién después de matar, tiene poder para arrojar al fuego que no se apaga. A ese es a quién deben temer. ¿No se venden cinco pájaros por muy poco dinero? Y, sin embargo, Dios no se olvida ni de uno de ellos. Más aún, hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No teman; ustedes valen más que todos los pájaros.

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Muchos santos y santas han enfrentado situaciones donde han visto su vida en riesgo y han salido airosos, también tenemos a los mártires, personas que han entregado su vida por otros.

En estas fechas de Cuaresma muchos jóvenes, verdaderos soldados de Jesús, van a los barrios a llevar la Palabra. Y sí van con miedo, porque nunca se sabe en los barrios de Venezuela, si alguien está armado y por mala suerte dispara contra algún enemigo de él y en el fuego cruzado salga uno "premiado".

Sin embargo, les confieso que en los barrios que entre con la palabra de Jesús en mis labios, jamás alguno amenazó o dijo algo negativo a este servidor, ni a los muchachos con los que iba. Entonces? Quién es realmente el enemigo en esos sitios? Yo personalmente creo que es LA IGNORANCIA.

Si TODO es DIOS, y Dios es BUENO, TODOS somos BUENOS; sin embargo, LA IGNORANCIA se puede apoderar de una mente débil o con poco entrenamiento, de modo que te hace creer que LO FÁCIL, es lo que nos va a hacer FELIZ, que el DINERO, TODO lo puede. jajajajaja! Sigan creyendo en el DINERO, que cuando lleguen al final de la vía solo van a poder decir, ¡ay Dios Mío! y Él se acordará de ustedes, pero el JUEZ dirá.

martes, 16 de febrero de 2010

Las dos casas

El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y arremetieron contra la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca. Sin embargo, el que escucha mis palabras y no las pone en práctica es como aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, se chocaron contra la casa, y está se derrumbó. Y su ruina fue grande.

Mateo 7, 24-27
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Hoy en día con tanto odio que se ve en las propias familias, entre hermanos, entre padre y madre, entre padres e hijos, entre hijos y abuelos, entre abuelos y padres; no nos queda otra que salir a la calle encomendándonos a Dios. Y créalo o no, Dios nos cuida a todos. Ahora, qué ocurre con las enseñanzas de Jesús? Se quedaron impresas en ese mamotreto de libro llamado Biblia que tiene más polvo que toda la casa? Si es así, ahí tenemos un problema grave, pues, como Él mismo dice en el texto citado, somos entonces el necio y no el prudente.
Si en cambio, tomamos un rato ese texto, y considere solo el Nuevo Testamento, créame que comenzará a ver al mundo con otros ojos, con los ojos compasivos de Jesús.

Vayamos pues de la palabra a la acción, para hacernos dignos hijos de Dios, así como nos dice Jesús que podemos llegar a ser.